No hay marcha atrás. Es lo que tiene apostar fuerte y
perder. O ganar, según se mire. Antes de la final de la Champions League en la
que el Madrid ganó su undécima Copa de Europa hablé con un amigo, José Carlos
Galván (también runner) y nos lanzamos un reto. Si el Madrid ganaba la undécima
en Milán habría que correr maratones o medias maratones en todos los lugares en
los que hayamos visto ganar a los blancos la Champions (las que son en color,
vamos).
Y ahora toca cumplir. Y se antoja un reto difícil, pero a la
par muy motivador, porque al menos así sé que seguiré corriendo durante muchos
años. Después de correr en Barcelona
(2012) y Sevilla (2016) el próximo año tengo retos como hacer Madrid (abril) y
Valencia (noviembre) para acabar las CUATRO GRANDES MARATONES DE ESPAÑA.
A partir de ese momento tocará empezar el reto. La aventura
arrancará en Paris en 2018 (lugar de la octava) corriendo su maratón en abril.
En octubre, el camino nos llevará hasta Lisboa (la Décima) donde esperamos
completar los 42195 metros.
Ya en 2019 tocará el turno de Milan (la undécima) en Abril y
Amsterdam (la séptima) en octubre. En 2020 llegará el turno de Glasgow (la
novena) en octubre, pero antes, y aunque fuera de las Copas de Europa en color,
espero estar en Stuttgart (otra de las ciudades donde el Madrid se proclamó
campeón) para correr su media maratón. Ésta tiene pinta de ser de las más
duras, ya su fecha es el 19 de junio y
eso tiene una serie de connotaciones que sólo un sanjuanero entiende.
Dicho esto, el calendario podría variar en función de los
diferentes contratiempos que podríamos encontrarnos por el camino, pero sí que
es verdad que así uniré dos de mis grandes pasiones, correr maratones y el
Madrid.
Eso sí, esto me ha enseñado a tener una cosa clara. La
próxima vez apostaré sólo dinero.