Vayan por delante mis disculpas a todos mis fans (los dos) por el tiempo que me he llevado sin escribir en el blog. Ser padre te quita mucho tiempo y aprovechando que mi hija está dormida me dispongo a analizar un poco la frase del título. Ciertamente, pase lo que pase, nunca llueve a gusto de todos. Y eso se ha convertido en un problema.
Por ejemplo en el fútbol. Todo el mundo coincide ( o casi todo) en que el Barça juega muy bien. Pues los madridistas se quejan (nos quejamos) de los arbitrajes e incluso algunos van más allá diciendo que el juego del Barça perjudica al fútbol porque es inimitable. (Esto me parece excesivo e incluso contraproducente).
También está el ejemplo de lo que ocurre en los países musulmanes. Para la gran mayoría es un paso al frente de los pueblos sometidos a las dictaduras, pero para otros puede ser la antesala de una guerra o una 'posible' invasión hacia Al Andalus.
Eso por no hablar precisamente de la lluvia. El líquido elemento es bueno, pero si llueve no puedo salir con los niños a la plaza para que jueguen. También es buena para los campos, pero si llueve mucho acaba perjudicándolos. Lo dicho, nunca llueve a gusto de todos.
Y todo este tema lo quiero relacionar con carnaval. Ayer se conoció el pase a la final de las agrupaciones de Cádiz y objetivamente se han quedado fuera algunas de nivel, pero no más que otros años. En una final sólo de tres y teniendo en cuenta la calidad existente en el COAC, muchas de las punteras se iban a quedar fuera de la final. "¿Que yo hubiera metido a unas y sacado a otras? Probablemente sí", pero son todas las que están aunque no están todas las que son. Vamos, que nunca llueve a gusto de todos.
Y como a mi hija le encanta pongo uno de los cajonazos.