Pues mienten. Y pregunto. ¿No sería más fácil ser pro que anti? Considero que para que este mundo funcione un poco mejor debería focalizar nuestras energías en destacar algo que nos beneficia. De alguna manera mostrar nuestro pro hacia algo o alguien. Gastar esfuerzo en odiar a algo y declararse anti supone un paso a una época pasada de muy mal recuerdo.
Ya lo he comentado en algún que otro post. Cada uno debe ser libre de pensar lo que quiera, pero lo que único que comento es que sería más rentable, para cada persona en particular y para la sociedad en general en pensar en positivo.
Y todo este post viene al caso porque, como periodista deportivo, he apreciado en los últimos años un creciente antimadridismo desmesurado. Todo el mundo critica lo que haga el club madrileño. No voy a poner en duda que en muchas de sus actuaciones el Madrid se equivoque -que lo hace-. ¿Pero todo lo hace mal? Cierto es también que la actitud chulesca que desprenden Mourinho y Cristiano Ronaldo puede provocar cierto repudio por parte de las aficiones rivales, pero ¿eso es óbice para que todo el mundo odie al Madrid? y ¿por qué ser anti?
Ser anti limita mucho al ser. He leído en un blog algo parecido a lo que comento sobre el anti y el pro. En él ponía que si me centro en ser, por ejemplo, pro naturaleza, actuaré con más fuerza en su defensa que si me limito a decir que soy anti contaminación. Ser anti, implica repudiar todo lo relacionado con ese tema, mientras que si defiendo los valores, como en este caso explicado, de la naturaleza, las conclusiones serán mucho más positivas.
Habrá quien piense que todo esto resulta utópico y seguirán siendo anti porque mola mucho más ¿o no?