Me dijo una vez un entrenador muy sabio que los jugadores "son egoístas por naturaleza". Y qué razón tenía. Un jugador, sea del deporte que sea pero principalmente fútbol y baloncesto, demuestran ser cercanos siempre que los trates bien. Pero que bajo ningún concepto se te ocurra criticar alguna de sus actuaciones porque eso hará cambiar todo lo que le rodea.
Y que quede bien claro que esto no es sólo aplicable a jugadores profesionales. Lo grave de todo esto radica en que en categorías donde podría jugar cualquiera también ocurre con mucha asiduidad. Y ahí el problema resulta aún más grave. Es lo que en otro post llamé la gravedad del creerse ser.
Algunos jugadores (repito, sea cual sea el equipo) presumen de tener una posición privilegiada con respecto al resto de los mortales. Y no se dan cuenta de su carrera es efímera y todo lo que sube, baja. No pido que todos los jugadores sean amigos, pero al menos que cuando las críticas lleguen las acepten con la naturalidad que otros sí que las reciben.
Eso sí, también quiero decir que la culpa no es sólo de los jugadores. Hay cierta prensa 'amiga' que le permiten todo a los jugadores y que incluso son colegas. Nunca, hagan lo que hagan, estará mal y como soy su amigo, siempre lo defenderé a capa y espada. Y que quede claro que yo también tengo amigos en esto del deporte, pero saben que cuando no lo hacen bien se llevan el rapapolvo. Es más, he llegado hasta a pedir el despido de un amigo (el mejor que tengo) porque perdió ocho partidos de forma consecutiva y él, como entrenador, era el máximo responsable.
Pero mi amigo sí que lo entendió, no como esos jugadores de fútbol o baloncesto que viven en una nube porque todos los que le rodean le dicen lo que ellos quieren escuchar. Y así es muy fácil que todo, un día, se vaya al traste.
PD: El que avisa no es traidor.