Un jugador del Ciudad me dijo la temporada pasada que Pepe Rodríguez era a Joaquim Costa en cuanto a conocimientos baloncestísiticos lo que un diccionario infantil a una enciclopedia de 20 tomos. Hubiese sido el mejor titular de cuantos he escrito a lo largo de mi carrera si no llega a ser porque se trataba de una conversación privada. Esa frase me hizo pensar y recapacité en las personas que conocía y que realmente se debían atribuir el término de enciclopedia del basket onubense.
Tras un corto periplo analizando pros y contras de personas que podrían adquirir dicha nomenclatura, me quedé con uno. El más ‘canalla’ de todos y que es de las pocas personas que conozco que entiende a la perfección lo que significa la palabra baloncesto. Manolo Saraiba sufrió más que nadie la desaparición del Ciudad. Pasó por un momento de irritada desesperación al contemplar cómo nadie hacía nada por remediar lo que desde hacía meses era un secreto a voces. No lo ví nunca resignarse por encontrar una posible solución a la segura muerte del Ciudad. Es más, y eso me resulta hasta flagrante, es que ningún medio de comunicación, además del suyo, le pidiera una opinión consistente del asunto. Porque él, como pocos sabe de lo que habla, además de poder hacerlo desde una óptica alejada a los intereses del club.
Pienso que es uno de los profesionales más desaprovechados del mundo del periodismo. Con una cultura baloncestística muy superior a la de casi todos los periodistas- por no decir todos- Manolo cumple con creces el expediente que día tras día tiene que cubrir en su puesto de trabajo. Pero él quiere más, desea más. Sé que podría confeccionar toda la historia del baloncesto de Huelva con sólo un chasquido de sus dedos, pero se siente asqueado y por momentos infravalorado.
Lo conozco de hace poco más de cuatro años, pero me ha servido para saber que se puede compaginar el ser buen periodista y buena persona –aunque la mayoría se empeñe en demostrar lo contrario-. Es la enciclopedia más canalla del baloncesto de Huelva, con el que algún día me encantaría coincidir.